NOTE: This article was translated from Spanish via Google Translate.
Fearing vote-counting problems in the presidential elections, a bipartisan coalition of prominent Democratic and Republican leaders launched a $20 million ad campaign Thursday to demand that “every vote be counted” this November 3.
For decades, the United States government has condemned the lack of transparency and electoral fraud in Cuba, Venezuela and other developing countries, but now the launch of the bipartisan coalition and its ad campaign reflects the fear that something similar could happen in this country.
The so-called National Council for Electoral Integrity, made up of 41 former public officials of Republican and Democratic governments, former military officers and civic leaders, launched a campaign for a faithful vote count to be carried out before declaring the winner who will occupy the White House for the next four years.
Original version in Spanish.
Ante el temor de que surjan problemas en el conteo de votos en las elecciones presidenciales, una coalición bipartidista de prominentes líderes demócratas y republicanos lanzó este jueves una campaña publicitaria de 20 millones de dólares para exigir que “cada voto sea contado” el próximo 3 de noviembre.
A lo largo de décadas, el Gobierno de Estados Unidos ha condenado la falta de transparencia y el fraude electoral en Cuba, Venezuela y otros países en vías de desarrollo, pero ahora el lanzamiento de la coalición bipartidista y su campaña de anuncios refleja el temor de que algo similar pueda ocurrir en este país.
El llamado Concejo Nacional para la Integridad Electoral, compuesto por 41 exfuncionarios públicos de Gobiernos republicanos y demócratas, exoficiales militares y líderes cívicos, lanzó una campaña para que se lleve a cabo un conteo fiel de los votos antes de declarar el ganador que ocupará la Casa Blanca en los próximos cuatro años.